Hace muchos años que soy ecologista y reciclador de papel.
En 2004, una noche, acudiendo a mi trabajo, atravesaba una carretera secundaria despoblada y solitaria cuando vi delante de mi vehículo un pequeño y enternecedor animalito que andaba muy despacio por el medio algo desorientado.
Lleno de compasión, puse luces de emergencia, paré el coche a un lado y ayudé al animal (era un erizo) a ganar la orilla y vi como se internaba dando suaves pasitos muy deprisita, hasta perderse.
Hecho esto, subi a mi coche de nuevo y con la conciencia tranquila volvi a conducir hasta llegar a mi trabajo, pensando que seguramente salvé a aquel animal de morir.
Otras veces he trabajado también de noche en ambientes naturales, pudiendo entrar en contacto con estos magnificos y tranquilos seres. He observado que no son excesivamente cariñosos, pues rehuyen al ser humano, pero debemos aprender a quererlos asi, en su mundo, como son, sin tratar de molestarlos o inquietarlos. Que vivan su vida en la naturaleza a su aire, haciendo su hobby, caminar deprisita y husmeando todo a su paso.
Viendo estas cosas, es fácil creer en Dios.
La humildad y sencillez de los animales habla sin palabras sobre un Creador superior, sin lugar a dudas.
http://www.foyel.com/cartillas/3/el_erizo_-_una_mascota_fascinante.html
En 2004, una noche, acudiendo a mi trabajo, atravesaba una carretera secundaria despoblada y solitaria cuando vi delante de mi vehículo un pequeño y enternecedor animalito que andaba muy despacio por el medio algo desorientado.
Lleno de compasión, puse luces de emergencia, paré el coche a un lado y ayudé al animal (era un erizo) a ganar la orilla y vi como se internaba dando suaves pasitos muy deprisita, hasta perderse.
Hecho esto, subi a mi coche de nuevo y con la conciencia tranquila volvi a conducir hasta llegar a mi trabajo, pensando que seguramente salvé a aquel animal de morir.
Otras veces he trabajado también de noche en ambientes naturales, pudiendo entrar en contacto con estos magnificos y tranquilos seres. He observado que no son excesivamente cariñosos, pues rehuyen al ser humano, pero debemos aprender a quererlos asi, en su mundo, como son, sin tratar de molestarlos o inquietarlos. Que vivan su vida en la naturaleza a su aire, haciendo su hobby, caminar deprisita y husmeando todo a su paso.
Viendo estas cosas, es fácil creer en Dios.
La humildad y sencillez de los animales habla sin palabras sobre un Creador superior, sin lugar a dudas.
http://www.foyel.com/cartillas/3/el_erizo_-_una_mascota_fascinante.html
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